Se imaginan un pueblo sin coches, sin asfalto, sin humos, sin emisiones de CO2.

En la Caleta del Sebo, nucleo de población junto al mar, frente a los acantilados de Famara, en la Isla Graciosa, separada de Lanzarote por un estrecho de poco mas de mil metros, podemos alcanzar la plena tranquilidad sin humos.

De aquí parte varias rutas a puntos bellísimos de la Isla. Hacia el Oste encontraremos la Playa de la Francesa. Hacia el Norte, la de las Conchitas. Todo esto se puede recorrer en largos paseos, sin prisas, sin agobios. El mundo y su modernidad se han detenido lejos de esta isla maravillosa.

Nuestro mas sinceroa gradecimiento a los amigos de ipernity por sus comentarios y premios a estas imágenes.

Muy cordialmente, Karmele y Eduardo.