Hablando el otro día con un amigo que es Neurólogo de estos temas, de amores, desengaños y frustraciones, me dio su opinión personal y científica. Tal cual lo copio y lo pongo aquí.
“¿Qué es amor, pregunto yo?.
Para mí es una química que, partiendo del endocrino cerebro llega hasta los órganos sexuales con el fin de la reproducción. No es un pensamiento vano, aunque parezca chabacano: Es la pura y cruda realidad que los mortales disimulamos, tratando de hacer bonito lo que no es otra cosa que un anhelo de posesión y depositar unos Genes para la Procreación.
Causa injusta es, que Natura nos colocó haciendo dos sexos diferenciados y, que causó - y causará -, miles de muertes por la soberbia machista, tratando de conseguir a una hembra y, hasta las guerras causa. La hembra, con poner un huevo cada mes, le basta; pero el hombre y su furia, le hace emitir unos 300.000 gránulos de semilla (espermatozoides) en cada eyaculación, cuando sólo uno es necesario para fecundar el óvulo, originando el huevo que dará origen el vástago nuevo.
SÍ queridas mías. Todo es por la Fenil - Etil - Amina, complejo hormonal derivado de la Serotonina, y que, para mejor recordar, le podemos llamar: F E A, pues es la causante de los ardores amorosos y hasta de las muertes vengativas, tanto por celos o por odios inhumanos.
Y eso es todo. Os lo asegura J.
Mi opinión no es científica, pero es lo que como mujer pienso de estos temas. Creo que todas las mujeres, entendemos de Psicología más o menos, y a mí me gusta mucho leer y aprender sobre esa ciencia y termino comprendiendo sobre estas cuestiones, que siempre me han parecido muy complejas, pero muy interesantes y me han llamado mucho la atención.
Cuando hablamos de desengaños amorosos, nos estamos refiriendo al interior mismo del alma. Ese espacio tan íntimo, que ha sido violado de una forma u otra.
Tendemos a idealizar a una persona… una mirada, un gesto o una palabra, y nos las apropiamos sin darnos cuenta. Cuando hacemos esto, dejamos de lado nuestra forma de actuar, incluso de pensar, para dejar fluir ese sentimiento de comunicación con la otra persona; esa persona a la que hemos llegado a amar profundamente…
Los desengaños amorosos son realmente expectativas frustradas. Cuando sufrimos un desengaño, sea del tipo que sea, la realidad se manifiesta de manera diferente a como esperábamos, y la reacción es siempre de desencanto con el mundo real, pero a menudo, día a día, todos nos encontramos con la realidad de ‘cara’… La realidad casi nunca es como esperábamos que fuese, por lo que tenemos que partir de esa premisa e intentar controlar las emociones que nos provoca el choque entre sueño, ilusión, deseo y realidad…
El amor NO es un sueño, es una realidad; un estado emocional que crece dentro de nuestra mente y se apodera de nuestra vida, a veces lentamente y otras de manera arrolladora… Sea como fuere, cuando ese sentimiento es traicionado u abandonado por culpa de una de las partes, es cuando nos aparece la frustración, el dolor de sentirnos abandonados y rechazados… y el no saber ordenar de nuevo nuestra vida.
Sentirse abandonado implica claudicación, rendirse o someterse, y este sentimiento acaba inhibiendo la motivación, hace que nos sintamos en una fase de pasividad y desesperación, porque cuando nos sentimos impotentes para cambiar una determinada situación o estado de ánimo, puede desembocar en desesperanza, depresión y casi siempre con malas consecuencias.
Afortunadamente el abandono tiene sus momentos buenos, porque nos dan instantes de calma y reposo, nos abandonamos al sueño, incluso a la pereza, pero también puede ser la hora estupenda para las confidencias contigo mismo, y es el momento para decirnos con entereza lo que llevamos muy dentro de nuestro corazón, incluso para recapacitar…
El volver a empezar desde cero es el miedo de todo aquél que vive enamorado y depende de otra persona; el no querer escuchar sus palabras ni sus explicaciones del por qué la ruptura, o no percibir trato de cariño o la caricia de un beso.
Es el ‘desengaño’ como incumplimiento de lo que se espera de ésa persona, no del amor. El amor es una de las realidades más profundas y hermosas de la vida, pero si se realiza en expectativas, será el tiempo el que las convierta o no, en realidad.
Todos tendemos a idealizar casi todo lo que concierne a las emociones. Si llegan a buen puerto, tan solo el tiempo y la voluntad por ambas partes, determinarán una realidad o por el contrario se convierte en el dolor más terrible que se pueda concebir… pero ¿En qué momento aparece el desengaño y cuando nos sentimos desengañados?. Pensemos que es desde el instante que conocemos a esa persona que nos hace ‘ver’ la vida de otra manera, hasta el momento del fatal desenlace; todo ha sido perfecto y maravilloso, pero siempre nos queda la duda, y nos preguntamos qué o quién ha podido interferir hasta el punto de romper una relación tan fantástica como la comunicación y entrega de dos personas enamoradas.
Lo triste de ésta realidad es que el amor se va apagando y es un dolor intenso cuando llega a un final aunque en realidad, cuando llega el final, es porque el amor no dura para siempre… Hay quien piensa que un desengaño tras otro ayuda a formar grandes personas, yo no puedo creer eso… pero pienso que de ellos se aprende mucho. Lo bueno es darse cuenta a tiempo, saber que existen esos amores y que no pueden durar, aunque duela… La realidad es muy dura y distinta de lo que podemos creer o ver, o de lo que pueda parecer. Pero todo se puede superar, y uno o varios desengaños, también se superan, aunque sea muy duro y nos llene de dolor. Hay que seguir adelante y saber disfrutar de la vida, y desde luego saber valorar los muchos momentos que ésa relación frustrada te ha hecho feliz.
Según el diccionario, el desengaño es: “Acción y efecto de desengañar o engañarse. Claridad con que se echa a uno en cara alguna falta. Lecciones recibidas por una amarga experiencia. Un conjunto de malas experiencias vividas por una persona. Abandono de las ilusiones que se tenía sobre algo. Descubrimiento de una verdad que pone fin a un error. Desilusión, desencanto, fracaso, escarmiento. Como por ejemplo: Que te sirva de advertencia”.
Según Mª Jesús Álava: “”Los desengaños amorosos, sin duda suponen una de las emociones más dolorosas que podemos experimentar. No importa la edad ni la supuesta madurez que tengamos, siempre constituye un desengaño difícil de asumir. ¿Qué ocurre cuando dos personas que se querían, terminan alejándose? El conjunto de circunstancias puede ser interminable, pero lo cierto es que al menos uno de los componentes se ha distanciado afectivamente de la otra persona. En éstos casos no hay que buscar culpables, no podemos pedir que nos amen por decreto. El resentimiento sólo crea frustración; concentremos nuestras energías para salir sin cicatrices, sin rencor, y para superar ese sufrimiento que demuestra nuestra sensibilidad, pero que no debe terminar con nuestra esperanza””.
Cervantes nos dejó algo dicho sobre esto: “En los principios amorosos, los desengaños, suelen ser remedios calificados”
Y George Sand, también nos dijo: “Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero yo soy quién vivió, no un ser ficticio creado por mi orgullo”
Creo que todos hemos sufrido algún que otro desengaño amoroso, sobre todo en nuestra juventud. Es duro y duele, pero como cualquier otra cosa, siempre es superable, porque en realidad, nadie es imprescindible para nadie, todos somos prescindibles, esa es la verdad.
Existe una preciosa carta del Apóstol San Pablo a los Corintios, que siempre me gustó mucho.
“”Ambicionar los carismas mejores. Y aún os voy a demostrar un camino excepcional.
Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo AMOR, no soy más que un metal que suena o unos palillos que aturden.
Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo AMOR, no soy nada.
Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo AMOR, de nada me sirve.
El AMOR es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El AMOR no pasa nunca””.
Por mi cuenta añadiría que el AMOR es eterno, ocurra lo que ocurra… al menos es así como lo siento.
Adela
Luz Casal-"Entre mis recuerdos"
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Luz Casal Alma Mia
youtu.be/cj3vbKrbcVU
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1 comment
Adela, la sevillana said:
Para mí, el amor es absolutamente inprescindible en nuestras vidas...