Una playa desierta y un mar para ella sola.
Buscó eso durante años y cuando ya pensaba que no lo iba a encontrar se perdió por aquellos caminos laberínticos cerca de aquella aldea sin nombre y la encontró.
Y no tardó en volver. Tenía aquel pequeño arenal entre las rocas donde refugiarse los días en que no le apetecía ver a otro ser humano. Aquellas olas que saltar cuando quería sentir la caricia del agua del viento y del sol.
Así fue como encontró su lugar favorito en el mundo, ese que sólo le pertenecía a ella ya las gaviotas.
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2 comments
Love Song said:
SLANG said: