Un segundo, y todo parecía lejano,
lejano como aquellas vidas que vivimos,
Un segundo y aquellos aromas a juventud,
nos abandonaron...
Un segundo que la vida nos espera...
El retorno fue inevitable,
no busques palabras para explicarlo,
demasiadas lunas pasaron,
y las mareas una tras otra,
marcaron el ritmo de aquellos días...
Era la alegría de vivir que nos esperaba...
Años sesenta, el pachuli era la fragancia
de moda, pantalones de pata de elefante,
y chalecos de cachemir, rizos imposibles
y gafas que escondían demasiada frustración,
es que se protegía de la tiranía...
El distrito de Castro tiene nuevos vecinos,
Harvey Milk, buscaba los cuatro puntos
cardinales entre enormes edificios imperfectos,
demasiados mártires demasiadas tartas de
fresa y rígidos peinados contra aquella
moral laxa...
Cuatro balas directas hacia la ilusión
cuatro balas llenas de ira...
cuatro balas encendieron la esperanza...
Indignación y tristeza....
y una hermosa canción acompañó
la despedida...velas encendidas por
una lucha y una esperanza...
LA LIBERTAD...
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