El día adormece a la noche
entre algodones blancos,
fue un tiempo tan efímero
como una exhalación.
Tierra húmeda y frágil como
la vida misma, tierra baldía,
tierra callada, ¿ya no me hablas?
Y mientras los sueños adormecen
a las ilusiones, un nuevo comienzo
espera en aquel lugar, donde nacen
las historias de la vida.
Que fueron de aquellos días azules,
con bellos amaneceres, con aromas
a romero con aromas frescos de rocío,
el tiempo se agota, ya no florecen
los naranjos, las flores de azahar
son un hermoso recuerdo.
Los maizales se dejan llevar por el viento,
caminos secretos y nubes oscuras y esas
lejanas mañanas, frías y tiernas a la vez,
que el tiempo dejó de querer, hoy buscan
las huellas de alguien que fue pero ya no es...
Buscando en la memoria de los años,
encontré un viejo libro, era el libro
de los sueños, de esos sueños que no
se cumplen...
La noche adormece al día,
entre hermosas nubes color
lapislázuli, las luciérnagas hoy
danzan y lucen sin parar,
un nuevo comienzo al alba,
esa será la señal...
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