Era la calle vieja,
donde nació...
Una antigua historia de desamor.
El marinero de ojos verdes,
no encuentra puertos donde
olvidar su memoria,
camisa a rayas con aroma a mar,
pantalones ceñidos dejan adivinar
lo que ocurrió...
En la farola del espigón oculta
su pesar...
Dueño de noches de lujuria en
alta mar con efebos imberbes
que no puede olvidar...
Noches de salitre esculpe,
viejas canciones marineras
acompañan su penar...
Caricias ocultas en embarcaderos
llenas de sexualidad, rozando
lo prohibido jugando a amar...
Camina el marinero
despojándose de su humanidad...
Esta es la triste historia de un
marinero y su mar, de estátuas
de salitre y un amor perdido
en ultramar...
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