Y allí se durmieron en el profundo azul,
se les detuvo el tiempo abrigando quimeras,
respirando bajito, reteniendo la vida para que no se fuera.
Y allí se durmieron en el azul profundo,
sin saber que su sueño consternaba a este mundo,
y nos dejaron sin luto con la mirada perdida,escrutando un mar, buscando vida en la vida.
Cuarenta y cuatro héroes de pisadas calladas,
que han sido invisibles a nuestras miradas,
cuarenta y cuatro vidas que duermen ahogadas,
en esta esperanza que quedó en la nada.
Y no hay para ustedes bandera a media asta,
ni duelo de patria, no hay nada de nada.
Este llanto impotente me gastó la voz,
me rajó la Fe y me dejó sin Dios.
¿Y ahora que hago con esta bandera?
¿A donde la cuelgo para que no muera?
Ni siquiera puedo agregarle un crespón,
porque están durmiendo en el azul profundo,
lejos de este llanto amargo iracundo,
cuidando la patria aunque estén dormidos,
honrosos marinos de un sueño perdido.
Jen De Lacroix.
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