Cuando pasaba por el parque siempre lo veia en silencio, a última hora cogía su bote y se marchaba por la pequeña calle que se dirige hacia las afueras.
Una tarde estaba yo sentado en su banco, llegó con su bote de Cola Cao que siempre llevaba con él, y se sentó a mi lado. Me senti como un ocupa, era su espacio, me miro y despues de un buenas tardes, viendo que miraba de reojo el bote de Cola Cao, me dijo -toda mi vida lo tengo metido aqui en este bote. Me contó como todas las tardes venia a aquel parque con su mujer,y que un dia, hace ya mucho tiempo, se murio y lo dejó solo.
A partir de aquel dia, cada tarde que pasaba por aquél paseo lo encontraba en su banco, decia un saludo y se quedaba en silencio. Hasta aquel dia que no estaba en su banco, comentaban que se lo habia llevado una ambulancia, me dió la impresión, que habia perdido un amigo, no me atreví a ocupar su banco, su recuerdo.
Unos dias despúes me sente en aquel banco y detras en medio de un matorral, estaba aquel viejo bote de Cola Cao, donde llevarlo? no sabia nada de el, ni siquiera su nombre. Como mi último homenaje, lo abrí, para esparcir su contenido por el parque, y al darle vuelta salio un monton de polvo, gris, casi negruzco y una vieja foto, muy antigua y deteriorada, en la cual se veían sentados en aquel parque, una joven pareja, y en aquel joven pude adivinar su mirada, era él, el viejo del bote de Cola Cao.
3 comments
Manu said:
Antinez said:
Gracias a tod@s
Aixa said:
una belleza!